Familia y escuela, la gran pareja
¿ Deben las familias involucrarse más en el entorno escolar? ¿ Pueden, la familia y la escuela, ir por separado?
Esta
semana debatimos en clase distintos temas relacionados con el ámbito
educativo. Uno de ellos ha sido si las familias deben estar más
presentes en la escuela.
Una
parte del grupo ha defendido la idea de que nos encontramos en una sociedad
donde la educación es compartida entre familia y escuela. Ambas instituciones
deben participar activa y conjuntamente en la educación de los hijos y, por
tanto, es necesario que la familia se involucre en la escuela.
Otra
parte piensa que esto no es necesario pues cada uno en su campo sabe lo que
tiene que hacer sin necesidad de que nadie le de pautas o ideas. La escuela,
dicen, no tiene que opinar ni orientar a los padres sobre cómo educar a sus
hijos, la educación es algo que se recibe en casa y cada uno lo hace como
quiere y según los valores y creencias que tiene; la familia no
tiene que decirle al profesor que temas debe abordar en clase ni que
conocimientos ha de trasmitir a sus alumnos.
Yo estoy más de acuerdo con el primer grupo. Considero que la
familia y la escuela han de ir de la mano, en una relación de cooperación y
respeto.
Todos estamos de acuerdo que la familia es un núcleo principal para la formación y adquisición de unos valores y
educación pero también es cierto
que los alumnos pasan gran parte de su jornada en la escuela. Esto convierte a
la escuela en otro
núcleo principal.
Podríamos decir entonces que la
familia y la escuela son dos pilares fundamentales para la educación y el desarrollo personal e intelectual del
individuo y, por tanto, deben ir
en consonancia. No debemos
olvidar que el centro de estudios suele ser elegido por los padres, dentro de
esta elección uno de los puntos importantes a valorar es, o debería ser, la
existencia de una línea de valores y principios similares a los que quieren
inculcarse en la familia.
Con
ésto no quiero decir que el profesor tenga derecho a decirle al padre cómo
educar a su hijo ni el padre a decirle al profesor cómo y qué enseñar a su
alumno. Simplemente que colaboren el uno con el otro.
La escuela debe abrir sus puertas a la familia para que ésta pueda trasmitirle las
preocupaciones que tiene acerca del comportamiento, desarrollo y
evolución de sus hijos y así, junto con los especialistas del
centro, puedan irlas resolviendo.
La familia debe
aprovechar dicha oferta y actuar con reciprocidad colaborando en el ámbito
académico en la medida de lo posible. Si
los alumnos se sienten apoyados por sus padres en los estudios, seguramente, se sentirán más motivados. El
hecho de que los padres se preocupen no solo por los resultados académicos
sino, también, por su evolución y desarrollo de su formación y colaboren en
ellos ayuda en gran medida a la obtención de mejores resultados. Los
medios para conseguir el fin son importantes.
Se dice que nadie conoce a su hijo como sus propios padres, por esta misma razón los padres deben hablar con el profesorado y contrastar la personalidad de su hijo para que pueda realizar mejor su labor en base a las circunstancias, actitudes, aptitudes y capacidades de cada alumno.
¡Hola, Belén! Está claro que tanto la familia como la escuela influyen en la educación del niño (también intervienen otros agentes, pero en este momento los que nos competen son otros). Cada centro tiene unas líneas pedagógicas diferentes y es verdad que cada familia elige uno u otro en función de las ideas que comparta. Por ello, creo que familia y escuela deben ir de la mano y tener claro en qué aspectos influyen más una parte y en cuáles más la otra. ¿En cuáles crees tú que los padres deben sobreponerse a los de la escuela y viceversa?
ResponderEliminar¡Hola Miriam! No se trata de sobreponerse sino de cooperar. Creo que a los padres les corresponde, sobre todo, dar una educación a sus hijos, inculcarles el respeto por las personas y todo lo que les rodea. La escuela debe elegir los métodos pedagógicos, de evaluación y la manera de enseñar que mejor se corresponda con el alumno
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con el grupo que piensa que si debe participar la familia pues creo que debem seguir la educación de sus hijos desde pequeños . Deben seguir la educación que reciben sus hijos y por supuesto, lo que se aprende en casa no se olvida nunca. No deben decir nunca al profesorado lo que deben decir en clase pero jamás contradecir lo que digan
ResponderEliminarTienes toda la razón, la educación de los hijos se debe seguir desde pequeños. "Lo que se aprende en casa no se olvida nunca " es una frase muy cierta
EliminarLa educación más importante que recibe un niño es en su familia y en su entorno. Aquí es donde deben empezar los valores, límites, rutinas… todo aquello que le da al niño seguridad para desenvolverse en la sociedad. Esto empieza desde el primer momento que el niño llega a la vida. Más adelante la escuela será su segunda casa, donde los maestros y compañeros le irán enseñando otros valores y aprendizajes. Somos TRIBU, es decir, todos somos necesarios para la educación de nuestros peques.
ResponderEliminarHola mis pequesenaccion! Me gusta mucho esa afirmación: "somos TRIBU", define muy bien el concepto de que todos aportamos ,nos ayudamos y retroalimentamos nuestra educación
EliminarA pesar de no tener hijos actualmente, considero que en el futuro en el que tuviera que escolarizar a mi hijo, claro que confiaría y esperaría consejos por parte de su profesorado, puesto que pasan también mucho tiempo con el alumno y con tantos otros, y de los cuáles se espera profesionalidad y experiencia. Como todo, mente crítica y saber qué es lo que verdaderamente quieres trasladar a tu hijo, para seguir completando su mejor educación. Profes y padres, siempre de la mano!
ResponderEliminarHola Carolina! Gran consejo: mente crítica. Y pensar detenidamente en lo que les queremos trasladar. Gracias por tu comentario
EliminarIndudablemente debe existir cooperación estrecha en familia y escuela. Ahora bien, yo pienso que hay que definir hoy lo que es la familia y de qué clase de familia nos debemos referir. La monoparental, la familia casi desestructurada por distintas situaciones de los padres, etc. Considero más bien que debe hablarse de cooperación entre escuela: maestro, profesor y padres.
ResponderEliminarTienes razón José porque maestro y profesor no son lo mismo. Y es verdad que hay que hablar de padres porque el concepto de familia, en algunos casos, no es aplicable
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